Zapatillas, tunica, medalla, faja, costal. Todo guardado en un armario hasta dos meses antes del gran día. Te calzas las viejas zapatillas, compañerismo por los cuatro costados, ilusiones, tal vez alguna promesa escondida y un raro cosquilleo que te recorre el cuerpo y te hace sentir que aunque lleves muchos años en este oficio, cada vez es como la primera.
Ese día llego y se fue, has vivido momentos muy intimos y en ellos te regocijas, pero conforme pasa el tiempo más cercano te parece el olor del azahar de la siguiente primavera.
(Sentir costalero)
En la Semana Santa muchos miembros de nuestro Club cambian las zapatillas del correr por el costal y la tunica. He aqui una pequeña muestra.
2 comentarios:
vaya carrera de penitencia,je je oye por cierto el buyo detras de trabajadera ke tio mas keiguera!!
Buyo Buyo ,Bejarano te voy a llamar suena el llamador y mi buyo se echa a temblar por ke sera?
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